Un paso trás otro, emprendí el rumbo sin fijarme una meta, solo deseando avanzar y no volver a caer, cuanta ingenuidad, ¿donde estaría si jamás me hubiese equivocado?
He revelado mis miedos y deseos con la esperanza de tener la mente clara para llegar a ellos sin desviarme de mi travesía, fallé en muchas ocaciones, he caído cada vez más profundo perdiendo la fé, con la ilusión de contemplar la luz del sol sobre mi antes de lo esperado, volví a fallar... ahora me encuentro perdida en un lugar mental que jamás pensé se encontraba en mi, pero aquí estoy, procurando ver el lado positivo, descubrir una nueva lección, observando por las sombras y prestando atención a los susurros, anhelando alcanzar ese punto donde todo comienza a ser magia y no hay vuelta atrás.